Se levantó entonces un joven y dijo a Jesús:

–Mister, ¿qué debo hacer para jugar con los mejores, para convertirme en un futbolista de élite, para llegar a ser un “galáctico”?

Jesús le contestó:
–¿Cuál es el principio básico para que un futbolista triunfe?
El joven, sin dudarlo, respondió:
–Amarás y confiarás plenamente en Tu Entrenador y en tu equipo, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente. El Señor le dijo:

–Has respondido correctamente. Haz eso y llegarás a la cumbre.
Mas el joven, que no las tenía todas consigo, se dirigió de nuevo a Jesús:
–Es que debes saber que mi equipo es de los flojos, perdemos todos los partidos. Jesús, intentando levantarle el ánimo le dijo:
–Hace unos años cuando la liga de fútbol palestina estaba en alza, el Jerusalén FC se había convertido en el equipo de moda del momento, había desembolsado grandes cantidades de dinero contratando a los mejores jugadores del mundo...

A pocos kilómetros el Sporting Samaría, que tenía muy poco dinero, se valía de chiquillos de la provincia para sacar el equipo adelante. Todas las temporadas tenían que sufrir para no perder la categoría.

Pues bien la suerte de un premio de lotería quiso que el club samaritano obtuviese una gran cantidad de dinero. Ya te puedes imaginar, a los aficionados samaritanos se les hacía la boca agua pensando en un nuevo campo de fútbol, grandes fichajes... Sin embargo el presidente del club, sorprendiendo a todos, destinó todo el dinero en la contratación de un entrenador... Te preguntarás qué sucedió... Pues en la siguiente temporada, en la última jornada, con un equipo lleno de jóvenes canteranos y ante el eterno rival, el Jerusalén FC, los samaritanos lograron la Liga.

Y ahora –le preguntó Jesús–, ¿qué equipo de los dos actuó de mejor forma?
El joven contestó:
–Los que hicieron su equipo con jóvenes que confiaron totalmente en su Entrenador.

Jesús le dijo:

–Pues vete y haz tu lo mismo. Empieza por buscar al Gran Entrenador y deja que Él y su equipo te conviertan en “un Galáctico”.