LOS DATOS DEL DÍA
martes, 29 de octubre de 2024
REFLEXIONES ALTERNATIVAS PARA ESTE DÍA:
¡Eh, amigo! Tú leer aquí
El poder de la ternura
Ante el lecho de un moribundo, la ternura y el cariño de su esposa consiguen despertar su sonrisa y con ella, la belleza
INTRODUCCIÓN PARA EL EDUCADOR

Hasta el rostro menos favorecido se ilumina con una sonrisa

Tenemos el poder de despertar belleza en los demás

Para ver realmente a los demás, tal como son, debemos mirarles desde el amor

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
ACORDÉMONOS DE QUE ESTAMOS EN LA SANTA PRESENCIA DE DIOS ADORÉMOSLE

 

            “Esta mañana ante un rostro moribundo he comprendido una vez más el prodigioso poder del amor, de la ternura”, nos cuenta M. Quoist en su libro “A corazón abierto”. Sigue el autor:

 

            Yo no sabía qué decir. ¿Qué se puede decir ante la muerte que llega implacable? Yo miraba. Encontraba feo a aquel anciano de rostro surcado por profundas arrugas, aceitoso de sudor y mal afeitado. Su esposa le cogía la mano. El anciano enfermo no se movía. Entonces ella se inclinó murmurándole:

 

-          Cariño, el señor cura está aquí, ha venido a verte.

 

            Y enseguida aquella mujer se olvidó por completo de mi presencia. Y empezó a acariciar a su esposo enfermo y le murmuraba palabras de ternura. Yo estaba sorprendido. Le oí decir:

 

-          Amor mío, ¡qué guapo eres, eres guapísimo...!

 

            Yo estaba molesto. Pensaba: ¿cómo se puede estar ciego hasta este punto? ¡El amor es ciego! Entonces sucedió algo extraordinario. El hombre anciano, sintiéndose acariciado, entreabrió los ojos. En su rostro apareció una sonrisa, una sonrisa pálida, vacilante, como el sol cuando atraviesa las nubes oscuras. Miró largo rato a su esposa, se disiparon las nubes y estalló la sonrisa irradiando el rostro.

 

            Entonces comprendí. Yo también vi lo que ella veía: ¡Era hermoso! Era ella la que tenía razón.

 

            El amor no es ciego. Al contrario, el amor deja ver lo que los ojos no ven. Permite descubrir al hombre más allá de su rostro de carne, allí donde es único, allí donde sólo los que se aman pueden penetrar, admirar, extasiarse.

 

            A nuestro mundo le falta ternura. Recordaré siempre que la madre Teresa de Calcuta hizo un llamamiento para trabajar en favor de los que están solos. Dijo:

 

            “Hoy la enfermedad mortal no es el cáncer, la tuberculosis, la lepra o el sida, sino la sensación de ser marginado y no amado. Seremos juzgados por el cuidado, el amor y la ternura que demos a los demás.”

 

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

¿Te has fijado alguna vez cómo se transforma el rostro de tus abuelos cada vez que te ven?

¿Eres consciente de lo mucho que puedes influir para que sean felices?

¿Has pensado alguna vez que tu sonrisa es contagiosa?

¿Sueles utilizar tu poder de transformar los rostros de quienes te rodean?

ORACIÓN

Gracias, Señor, por el don de la sonrisa

me acerca, sin querer, a los demás,

consigue, muchas veces, un contagio colectivo,

y despierta buenos sentimientos

 

Gracias por enseñarme a mirar a los demás:

Tú nos dices que tenemos que mirar con amor,

que si queremos descubrir cómo son realmente

les tenemos que querer sin condiciones.

 

Dame tu sonrisa y tu mirada

para parecerme cada día un poco más a ti.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES ¡POR SIEMPRE!