Hoy me gustaría hacer la reflexión de la mañana a través de una película que ví hace poco y que me gustó muchísimo. Su título es “La vida en juego“. Esta película cuenta una historia de superación en el deporte. Está basada en una historia real, que tiene como protagonistas a unos jóvenes recluidos en un centro de detención para menores que intentan ganar autoestima jugando al fútbol americano.

El argumento cuenta cómo dos oficiales, Porter y Moore, tienen a demasiados jóvenes a su cargo en la prisión, los cuales están en el mundo sólo para terminar entre rejas o, demasiado a menudo, encontrar una muerte violenta antes de llegar a ser adultos. Para evitarlo improvisan juntos un equipo, los Camp Kilpatrick Mustangs, en el que algunos están ansiosos por jugar y otros no. Inmediatamente, los entrenadores se esfuerzan por ganar la confianza de los miembros del equipo.

Al inicio, ningún instituto quiere competir contra estos criminales, pero poco a poco irán dando pasos para lograrlo. Los entrenadores lograrán enseñarles la importancia del respeto y la responsabilidad.

De esta manera, gracias a una dedicación sin límites, los jóvenes empiezan a superar sus insignificantes diferencias y a comprometerse con la práctica habitual del fútbol, alejándose así de la delincuencia y la violencia.

Feliz día, y si tienes ocasión, el próximo fin de semana, te invito a ver la película.