LOS DATOS DEL DÍA
miércoles, 13 de noviembre de 2024
CARTA DE RUTH
ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
ACORDÉMONOS DE QUE ESTAMOS EN LA SANTA PRESENCIA DE DIOS ADORÉMOSLE

Un lunes por la mañana Ruth fue a su buzón de correo y solo había una carta. Ella la tomó y la miró antes de abrirla, y notó que no tenía sello del correo. Solo su nombre y dirección.

Ella leyó: Querida Ruth: “Voy a estar en tu barrio hoy lunes por la tarde y quisiera verte. Te quiero. Jesús”

Sus manos temblaban mientras colocaba la carta en la mesa. ¿Por qué Dios querrá visitarme si no soy nadie especial? Estaba feliz, pero recordó que no tenía nada que ofrecerle. Ella cogió su cartera que contenía 50 €, y fue al supermercado de al lado. Compró un paquete de pan Bimbo, medio kilo de jamón de pavo y un cartón de leche. Se sentía bien a medida que se acercaba a su casa con su humilde compra bajo el brazo.

‐ “Chica, por favor, ¿puede ayudarnos?” Un hombre y una mujer, ambos vestidos de andrajos, eran los que le estaban hablando.

‐ “Mire señorita, no tengo trabajo y mi esposa y yo hemos estado viviendo en las calles, nos estamos congelando y tenemos mucha hambre. Si usted nos pudiera ayudar... Ruth los miró. Entonces les dijo:

‐ “Señor, me gustaría ayudarles, pero es que no tengo nada. Todo lo que tengo es un poco de pan y jamón. Tendré un invitado especial a cenar esta noche y pensaba darle esto de comer.”

‐ “Está bien, comprendo. Gracias de todas maneras”, dijeron.

‐ El hombre puso su brazo sobre los hombros de la mujer y se fueron rumbo al callejón. Ella los miraba alejarse y sintió mucho dolor en su corazón; entonces los llamó.

‐ “Señor espere.” La pareja se detuvo, mientras ella corría hacia ellos. “Por qué no toman esta comida, puedo servirle otra cosa a mi invitado”, dijo ella mientras le entregaba la bolsa del supermercado.

‐ “Gracias. Muchas gracias señorita. Sí, gracias.”, le dijo la mujer y Ruth pudo ver que estaba temblando de frío. “Sabe, tengo otro abrigo en casa, tome este”, le dijo mientras se lo ponía sobre los hombros.

Ella regresó a casa sonriendo y sin su abrigo ni la comida. Pero estaba feliz por haber ayudado a esa pareja. Lo malo de todo era que no tenía nada que ofrecer a Jesús. Cuando metió la llave en la cerradura notó otro sobre en su buzón.

‐ “Que raro. El cartero no viene dos veces el mismo día”, pensó mientras tomaba el sobre y lo abría:

‐ “Querida Ruth: Fue muy agradable verte de nuevo. Gracias por la comida y gracias también por el hermoso abrigo que me regalaste. Por cuanto hiciste a uno de mis pequeñitos, a mi me lo hiciste. Te quiere siempre, Jesús”.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

¿Cuál es el mensaje de la historia escuchada?
¿Somos capaces de reconocer a Jesús en el que tiene necesidad en clase?

ORACIÓN

Le pedimos a Jesús que nos ayude a hacer nuestras conclusiones realidad. Lo hacemos rezando un PADRE NUESTRO.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES ¡POR SIEMPRE!