LOS DATOS DEL DÍA
lunes, 2 de diciembre de 2024
Sentirse bien con uno mismo
INTRODUCCIÓN PARA EL EDUCADOR

El profesor puede hacer la reflexión completa o prescindir de la parte escrita (para no alargarla) y pasar directamente a las preguntas después de ver el vídeo.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
ACORDÉMONOS DE QUE ESTAMOS EN LA SANTA PRESENCIA DE DIOS ADORÉMOSLE

No es tarea fácil sentirse bien con uno mismo. Somos una tarea incompleta, un proyecto inconcluso, que muchas veces intentamos llevar adelante sin mucho éxito; pero no solo eso, sino que además de sentir que nos falta algo, puede ser que experimentemos que lo poco que tenemos es deficiente, carente de virtud y más inclinado a lo pobre y a lo malo.

Seguro que es parte de nuestra fragilidad humana y de nuestras comodidades, que nos hacen olvidar las promesas de Dios y alejarnos de sus caminos.

“The skit guys”  son un par de amigos cristianos, que usando el humor y su talento para el teatro, llevan años publicando vídeos con mensajes espirituales, reflexiones y contenido cristiano que toca profundamente a quienes lo ven porque todo lo que hacen está profundamente encarnado en la vida cotidiana, en la rutina de un cristiano común y corriente. Queremos compartir con vosotros un vídeo suyo para acompañar la reflexión.

Creo que todos podemos vernos reflejados en el protagonista del video, una persona profundamente encariñada con sus limitaciones, con sus hábitos, con lo que ha construido de sí mismo y cómo ha formado su propia identidad, sus convicciones, su persona.

He ahí lo bello del vídeo: Dios no viene a reemplazar nada, no viene a pedirnos que hagamos cosas, que adoptemos actitudes como si se tratara de incómodas prótesis que van a causar heridas y malestar. Al contrario, convertirnos es deshacernos de aquello que no tiene nada que ver con nosotros, pero que con los años se ha ido enraizando en lo más profundo de nuestro ser. Al mismo tiempo, en la medida que se va despejando nuestro espíritu y Dios va limpiando el camino, van apareciendo más claros nuestros propósitos, el sentido real de nuestra vida, los “por qué” y “para qué” que generalmente están rondando sin respuestas.

Todo eso es tremendamente desafiante en la vida real. No solo duele, como al protagonista del video, sino que las cinceladas son lentas y muchas veces vuelve a crecer todo lo que había sido arrancado de raíz, como si se tratara de un cáncer espiritual que no quiere dejarnos y se ramifica y fortalece cada vez que lo arrancamos. Siendo así, hay dos caminos que se cruzan y que nos llevan de forma simultánea lejos de Dios: el del pecado no convertido en virtud en nuestra vida y el de la falta de propósito. Cuando hacemos esa ruta en el sentido correcto, los cristianos decimos que estamos en un camino de conversión.

Este concepto de la conversión puede prestarse para ciertas confusiones, pues para muchos, convertirse es cambiar de forma, pasar de una cosa a otra completamente diferente, es dar una giro de 180 grados. Cuando hablamos de conversión usamos testimonios de grandes cristianos que cambiaron su vida de forma radical, desde  San Pablo o San Agustín, hasta actores y artistas de nuestra época; ellos hicieron opciones por Cristo de forma radical, abandonando todo lo que antes consideraban bueno y abrazando a Jesús como el centro de sus vidas. Esto es fantástico, pero no se trata solo de eso. En estricto rigor, el cambio no debería cambiarme, sino acercarme más a lo que soy realmente, asemejarme más a lo que Dios tenía pensado en el momento en el que me pensó y creó, volverme más yo mismo, más auténtico y deshacerme de la máscara que el pecado ha puesto sobre mi vida.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

La invitación es que nos dejemos convertir por Dios, que nos abramos a sus cinceladas, que aparezca la “obra maestra” que Él mismo ha creado en nuestras vidas.

¿Crees que Dios puede ayudarnos a que nuestra vida se convierta en algo que tenga verdadero sentido?

¿Cómo piensas que podemos lograrlo?

 

ORACIÓN

¡Cuántas veces hacemos unas cosas y decimos otras! ¡Cuántas veces le pedimos a otros lo que nosotros no hacemos!

Cometemos fallos y muchas veces no somos coherentes. Por eso tenemos que ser humildes.

Dejamos un minuto en silencio para pensar situaciones en las que esto nos sucede, tomamos conciencia de lo que exigimos a otros que no nos exigimos a nosotros y le pedimos a Jesús que nos ayude a "cincelar" nuestros defectos y limitaciones.

 

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES ¡POR SIEMPRE!