LOS DATOS DEL DÍA
miércoles, 4 de diciembre de 2024
APRENDER A MIRAR
ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
ACORDÉMONOS DE QUE ESTAMOS EN LA SANTA PRESENCIA DE DIOS ADORÉMOSLE

En la escuela de vigías, una de las lecciones importantes era aprender a mirar el horizonte y distinguir, con la práctica y dedicación, cada uno de los pequeños detalles que aparecían en la lejanía. Es una tarea interesante que requiere bastante tiempo y que ha sido y sigue siendo muy útil a lo largo de los años y de los muchos cambios que la humanidad ha ido experimentando.

Uno de los centinelas mejor preparados que tuvimos como profesor contaba a los aprendices de vigía esta historia:

Un sabio preguntó un día a sus alumnos:

- ¿Cómo podemos distinguir el momento en que la noche deja paso al día?

El joven más impulsivo contestó:

- Porque podemos distinguir en el horizonte la diferencia entre un asno y un caballo.

- No está mal, le respondió con serenidad el sabio, pero no es la respuesta correcta.

Todos los jóvenes comenzaron a mirarse extrañados y con curiosidad, pues consideraban muy buena la intervención de su compañero.

El sabio, sin cambiar el tono, concentrando su mirada en un punto fijo, añadió:

- Distinguimos la llegada del día cuando en el horizonte vemos una figura humana y reconocemos que es nuestro hermano o nuestra hermana.

Los aprendices de vigía entendían una importante lección: que es importante mirar con el corazón y ver a los seres humanos como hermanos y hermanas de los que somos responsables, los de cerca y los de lejos, también esos de las noticias que sufren y mueren a diario en muchos rincones del planeta. Aprendían que mirar es ir más allá de las apariencias y descubrir el corazón de las personas, la belleza, la vida.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

¿Y tú? ¿Crees que es importante ver más allá de las apariencias?
¿Te has parado a mirar a los seres humanos desde el corazón? Ya lo decía el zorro en la historia del principito: “sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.

ORACIÓN

Señor, enciéndenos el corazón, ponlo a tono, para descubrir lo bueno de cada uno.

Que nuestras gafas, tengan la montura y lentes del corazón, que sepamos descubrir lo “esencial”, aquello que a veces es invisible a nuestros ojos, aquello que se cobija en lo más profundo de la persona.

Enséñanos a sondearlo, a descubrirlo y a enriquecernos de ello.

Tenemos un gran maestro para aprender a mirar, tenemos un gran manual, el Evangelio...

Que sepamos imitar al maestro y acercarnos a su manual.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES ¡POR SIEMPRE!