LOS DATOS DEL DÍA
martes, 4 de febrero de 2025
BEATO HERMANO ARNOLDO RECHE
ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
ACORDÉMONOS DE QUE ESTAMOS EN LA SANTA PRESENCIA DE DIOS ADORÉMOSLE

Sus 52 años de vida comprenden dos momentos. El primero, de 24 años, en el que vive con su familia y es un obrero. El segundo, de 28 años, en el que es Hermano de La Salle. Tanto en uno como en otro, supo vivir como un santo. Destacan en él tres cualidades:
Su deseo de aprender: Tuvo que dejar los estudios de la escuela en su pueblo a los 10 años para ponerse a trabajar en el campo; luego fue cochero y más tarde obrero de la construcción. Era necesario que sus ocho hermanos más pequeños tuvieran pan. Su afán por aprender hacía que estudiara de noche en la biblioteca de su patrón o en las clases nocturnas que los Hermanos daban en Charleville. Ya de Hermano, hacía igual, compaginando el dar clase con el estudio. Para él, nada resultó imposible de aprender, dada su tenacidad. Llegó a ser maestro de los futuros maestros.
Su amor a los demás: Dada la enfermedad de su madre, se responsabilizó de sus hermanos más pequeños. Siendo obrero encontraba tiempo para dar clase a los “niños deshollinadores” traídos del sur de Francia y a los que se les explotaba por su condición raquítica. Siendo Hermano, se desvivía por sus alumnos. Tenía el don de saber aconsejar a alumnos y Hermanos. Tenía una bondad natural que le hizo ser don para los demás.

Su amor por Dios: Toda su vida sacrificada a favor de los demás tenía una fuente: la oración. Fue algo que siempre le distinguió. Siendo obrero leía todos los días el evangelio y hasta se pasaba noches enteras rezando. De su estar enamorad de Dios, encontró fuerzas para compartir su ciencia, su servicio al prójimo y su fe.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

De seguro que has oído decir: “No se puede ser bueno con los demás, porque te toman por “tonto”. Vista la forma de ser del Hermano Arnoldo, ¿cuál es tu opinión humana y cristiana de esa frase?

ORACIÓN

LECTOR 1: Su madre enfermó de los nervios por la angustia de dar comer a sus hijos. Arnoldo nunca la abandonó hasta su muerte.

LECTOR 2: Por nuestros padres; por cuantos carecen de lo necesario para vivir. Te pedimos, Señor, el saber ayudar a cuantos nos necesitan.

TODOS: TE ROGAMOS, ÓYENOS.

LECTOR 3: Mientras Arnoldo conducía su carreta con piedras para construir las casas cantaba y rezaba. Los caballos se paraban si dejaba de cantar, entendiendo que ya habían llegado.

LECTOR 4: Para que nosotros sepamos rezar en nuestras tareas diarias del estudio, el deporte y demás quehaceres del día. TODOS: TE ROGAMOS, ÓYENOS.

LECTOR 5: Dada la fortaleza física, solía levantar piedras de 100 kilos con facilidad. Él elegía siempre lo más duro y humilde para que todos estuviesen contentos.

LECTOR 6: Para que nosotros sepamos soportar los defectos y molestias de los demás. Para que nuestra vida sea un servicio desinteresado a los demás.

TODOS: TE ROGAMOS, OYENOS.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES ¡POR SIEMPRE!