LOS DATOS DEL DÍA
lunes, 10 de marzo de 2025
REFLEXIONES ALTERNATIVAS PARA ESTE DÍA:
8 de marzo - Día internacional de la mujer
PELIGROS PARA LA ALEGRÍA
ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
ACORDÉMONOS DE QUE ESTAMOS EN LA SANTA PRESENCIA DE DIOS ADORÉMOSLE

En general todas las personas buscamos la alegría y la felicidad, pero deseamos advertir sobre algunos peligros que puede llevar consigo esta búsqueda de la alegría. Vamos a indicar alguno de los principales obstáculos con los que nos podemos encontrar hoy cuando intentamos alcanzar la alegría:

1. Considerarla obligatoria, como un fin a conseguir. La alegría no es un «debe»; es una sorpresa inesperada, es un regalo. No se puede obligar a nadie a estar alegre por una buena noticia; la buena noticia se comunica, y la alegría surge, nace, se da por supuesta. La alegría es un resultado.

2. Pensar que podemos controlarla. Creernos dueños y señores de todas nuestras emociones, creer que podemos controlarlo todo, no confiar, no dejar de pensarla, de desearla, de intentar sentirla. Esto no hace sino alejar la alegría de nuestra vida y convertirnos en personas neuróticas.

Hay que renunciar a la ilusión de control, soltar un poco las riendas, dejarnos llevar y dejarnos sorprender. No se puede forzar la alegría. Dice un gran psicólogo que «para obtener los beneficios de la felicidad, lo mejor que se puede hacer es no hacer nada por ella, sino ocuparse de la vida, que no es poco...»

3. Pensarla como una emoción. No se lo merece; la alegría puede ser mucho más. Quizá no deberíamos buscar ESTAR alegres o sentirnos alegres, en una concepción superficial de la alegría. Quizá sea mejor SER alegres. Quizá sea mejor dejar de pensar en la alegría como una emoción. Quizá sea mejor hacer de la alegría un estilo de vida.

Entonces sí, la alegría podría acoger sin miedo los malos momentos, los grandes sufrimientos, las experiencias de dolor y vacío, sin verse amenazada. Porque un estilo de vida es estable, y el ánimo que se deriva de él lo es también; es profundo, es constante; no solo soporta la tristeza, sino que coexiste sin asustarse de ella.

El ser humano es complejo;  no somos simples, ni lo son nuestras experiencias ni emociones. Por eso no hay recetas; sólo, en el mejor de los casos, hay brújulas que nos dicen cuándo vamos desorientados buscando un norte excesivamente simplificado y superficial. Busquemos esa brújula que nos indique por donde ir y por donde no ir, que nos vaya acercando a un estilo de vida profundamente alegre.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO
  • ¿Qué es lo que más nos llama la atención de este comentario sobre los peligros de la alegría?
  • Analizando la realidad, ¿creemos que pueden darse en nuestra vida o en la vida de las personas que nos rodean?
  • ¿Qué podemos hacer para vencer o evitar estos peligros?
ORACIÓN

A ti, Señor, levanto mis ojos
a ti que habitas en el cielo, 
pero también entre los hijos de los hombres.

A ti, levanto mis ojos porque de ti viene mi esperanza.
La esperanza me llega a borbotones de tu inmenso amor,
de que no te olvidas nunca de mí.

Muchos hombres ponen su esperanza 
en que tengan suerte en el juego,
en que todo les salga bien,
en la solución de sus problemas.

Mi esperanza es pronunciar tu nombre.
Mi alegría se llama conocerte, saber de tu bondad infinita,
más allá de donde alcanza mi razón,
tú eres una puerta abierta, una ventana llena de luz.

Cuando los hombres me miran, 
me preguntan por qué sigo creyendo, 
por qué tú sigues siendo mi esperanza. 

Me digo: Si te conocieran, 
si supieran sólo un poco de ti, 
si ellos descubrieran lo que tú me has dado, 
estoy seguro de que no dirían lo que dicen;

pues tú eres maravilloso, 
tú acoges mis pies cansados.
Por eso, por todo eso, 
tú, Señor, eres mi alegría y mi esperanza. Amén.                 

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES ¡POR SIEMPRE!