LOS DATOS DEL DÍA
martes, 11 de marzo de 2025
LOS PRIMEROS ACONTECIMIENTOS
ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
ACORDÉMONOS DE QUE ESTAMOS EN LA SANTA PRESENCIA DE DIOS ADORÉMOSLE

Empezamos este martes lasaliano con una frase de San Juan Bautista: " Me dejé llevar poco a poco, casi sin darme cuenta".

Juan de La Salle fue un niño feliz. Nació en una familia acomodada, su padre era Magistrado de la Audiencia y Consejero Real; su madre era de familia noble. En su casa recibió una educación cristiana y esto hizo que él sintiera la vocación de ser sacerdote. A los 15 años era canónigo de la catedral de Reims.

Marchó a estudiar a París y estando allí, en menos de un año, murieron sus padres; tuvo que interrumpir sus estudios en el seminario y volver a Reims para hacerse cargo de sus siete hermanos, menores que él. Este hecho hará que el joven Juan Bautista dude en cuanto a la continuación de sus estudios.

Consultó con un amigo, el Padre Roland, que había creado una escuela para niñas huérfanas. Él le animó a seguir con sus estudios; así que Juan Bautista organizó su casa y la vida de sus hermanos, siguió con sus estudios y fue ordenado sacerdote. Y...¿ahora, qué? Ante él se presentaban varias posibilidades: enseñar teología en la Universidad, hacerse cargo de una parroquia...

La Pregunta que Juan Bautista se hacía era: "¿Dónde me quiere Dios?"

Y aquí surgirá una de las constantes de su vida: dejar que Dios le hable a través de los acontecimientos. El joven sacerdote aprenderá a leer y a interpretar la voluntad de Dios en los hechos de su vida y en la realidad que le rodea.

La primera señal surgirá pronto con la muerte del Padre Roland y con la aparición de un personaje clave en su vida: Adrián Nyel. Estos dos acontecimientos marcarán el principio de un largo recorrido en la vida de San Juan Bautista. 

 

 

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

¿Qué es lo que más te ha impresionado de esta primera etapa de la vida de San Juan Bautista?

¿Has pensado alguna vez lo que Dios puede querer de ti?

ORACIÓN

Señor, siembra en mi corazón

el valor de intentar descubrir lo que quieres de mí,

la alegría para no desanimarme cuando todo se pone en contra; 

el coraje de intentar levantarme

cuando tropiezo en el camino de la vida.

Siembra, Señor, en mi corazón

la fe para sentir que Tú estás conmigo.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES ¡POR SIEMPRE!