LOS DATOS DEL DÍA
jueves, 13 de marzo de 2025
ENTREVISTA A UN TUAREG DEL DESIERTO – 2
ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
ACORDÉMONOS DE QUE ESTAMOS EN LA SANTA PRESENCIA DE DIOS ADORÉMOSLE

Entonces este mundo y el suyo son muy diferentes, ¿no?

‐ Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

‐ ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?

‐ Vi correr a la gente por el aeropuerto... ¡En el desierto solo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...

‐ Solo iban a buscar las maletas, ja, ja...

‐ Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.

‐ Qué abundancia, qué derroche, ¿no?

‐ ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...

‐ ¿Tanto como eso?

‐ Sí. A principios de los años 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.

‐ ¿Qué pasó con tu familia?

‐ Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...

‐ ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?

‐ Un par de años antes, había pasado por el campamento el rally París‐Dakar y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...

‐ Y lo logró.
‐ Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.
‐ ¡Un tuareg en la universidad...!
‐ Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.

‐ Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?

‐ Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos ¿sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

¿Qué enseñanzas nos transmite este tuareg?

¿Creéis que deberíamos aprender algo de su forma de ver la vida?

ORACIÓN

Nos unimos en oración y, juntos, rezamos el PADRE NUESTRO.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES ¡POR SIEMPRE!