REFLEXIÓN DE LA MAÑANA: Sonríe

Sonríe

ANIMADOR DE LA ORACIÓN	TODOS
ACORDÉMONOS DE QUE ESTAMOS EN LA SANTA PRESENCIA DE DIOS	ADORÉMOSLE

¿Qué tendrán los músculos de la cara que se tensan con frecuencia y nos dan un aspecto de gente seria, preocupada, que espera que pase este momento y venga otro más feliz? Lo cierto es que estos músculos dibujan caras de distinta tonalidad: sonrientes, pensativas, tristes, o de otros muchos tonos.

Pero, claro, la sonrisa la produce el músculo risorio, pero el origen no está en él; proviene de otras reacciones que son más psicológicas, de estados de ánimo. Estoy bien, puedo sonreír; estoy mal, no puedo. Así de simple. Por eso podemos ir a la inversa: si sonrío con frecuencia, o veo sonreír frecuentemente, puedo pensar que estoy bien o que quien sonríe está bien; que habitualmente no sonríe, está serio, algo pasa.

Por medio de la sonrisa decimos muchas cosas: al decir buenos días, si sonreímos, estamos comunicando algo personal e interpersonal: me gusta saludarte y que me saludes, por eso sonrío. También hay momentos en los que se dice que hay que “sonreír a la suerte”, sea buena o mala. ¿Sonreír cuando algo nos duele? ¿Cuándo estoy en horas bajas? ¿Sonreír a quien no quieres sonreír? Estas situaciones ya pasan al capítulo del heroísmo, de la fuerza de voluntad, de la superación de las dificultades.

Y aquí no valen teorías. Si te animas a sonreír a las personas, verás qué pronto se perciben los beneficios de tu sonrisa. Mostrarás tu seguridad y la contagiarás a los demás; será el puente que une a las personas. Sonreír, es decir –a pequeña o gran escala– te quiero. Y decir a alguien te quiero es decirle: quiero que vivas; no puedes morir; eres eterno como el amor.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

Piensa en tu sonrisa: ¿la vendes cara? ¿Abundan a lo largo del día? ¿Sonríes sólo a los amigos?
Hoy pues mirarte al espejo y preguntarle a quién ves: ¿eres feliz? ¿sonríes a la vida y a las personas?
Promete sonreír hoy un poco más que ayer.

ORACIÓN

¡Dios! Nunca te he visto,

por tanto, no sé si sonríes o lloras;

pero te imagino sonriente, padrazo, compasivo.

Nos ves tantas cosas de niños maleducados,

que no puedes hacer otra cosa que sonreír.

Pero no te delates:

Quien sonríe comunica algo;

Quien sonríe se comunica a sí mismo;

Quien sonríe es porque ama.

Pues te digo lo mismo.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN	TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE	RUEGA POR NOSOTROS
VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES	¡POR SIEMPRE!