LOS DATOS DEL DÍA
martes, 30 de diciembre de 2025
EL MAYOR DIAMANTE DEL MUNDO
ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
ACORDÉMONOS DE QUE ESTAMOS EN LA SANTA PRESENCIA DE DIOS ADORÉMOSLE

Erase una vez un monje que vivía pobremente e iba de aldea en aldea hablando de Dios y de su bondad. Se contentaba con poco y muchas veces, su cena era un trozo de pan y un vaso de agua fresca en la fuente.

Una noche, el monje llegó a los alrededores de un pueblo, y para no molestar a nadie a tales horas, tendió un jergoncillo debajo de un árbol.

Estaba rezando sus oraciones, cuando se le acercó sudoroso y jadeante un vecino que gritaba: “La piedra, la piedra. Dame la piedra preciosa”.

“¿Qué piedra, hijo?, preguntó el monje.

Anoche se me apareció el Señor mientras dormía, y me aseguró que si iba a los alrededores de la aldea cuando hoy empezara a oscurecer, encontraría a un monje que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre”, dijo el aldeano.

Tranquilo y sereno el monje buscó en su bolsa y sacó una piedra resplandeciente.

“Tal vez el Señor se refería a ésta”, dijo, entregando la piedra al hombre. “La encontré hace unos días cruzando un monte. Puedes quedarte con ella”.

El hombre miró como fuera de sí la piedra. “Era un diamante” Seguro que no había diamante mayor en todo el mundo”. Era como la cabeza de un hombre.

Con los ojos rebosantes de alegría, el aldeano tomó la piedra y se fue corriendo. La puso en su mesilla de noche y se acostó. En la mente le bullían miles de pensamientos. No hacía más que dar vuelta en la cama y no logró conciliar el sueño.

En cuanto amaneció, el hombre volvió al monje, lo despertó y le dijo: “Dame la riqueza por la que tú entregas tan fácilmente un diamante como éste.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

¿De qué riqueza habla la historia?
¿Dónde se puede encontrar este tipo de riquezas tan a contracorriente?
¿Conoces gente que haya encontrado esa riqueza? ¿Dónde?

ORACIÓN

Gracias Jesús, por ser fuente de verdad y de vida.
Tú quieres que todos lleguemos al conocimiento del pleno amor.
Ayúdanos a descubrir las verdaderas riquezas que nos pueden hacer felices, y una vez descubiertas, a poner todo nuestro empeño, toda nuestra mente, energía y corazón... por conseguirlas.

Gracias Señor por este nuevo reto.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES ¡POR SIEMPRE!